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Una profesional como la copa de un pino. Sus ganas de aprender, su entusiasmo y una sonrisa que seduce a cualquiera le han valido convertirse en tiempo récord en una pornstar especialmente querida en la industria.

La vocación de Melanie Rios estaba clara: nada más cumplir los 18, esta jovencita de Medellín que emigró a Estados Unidos con doce añitos, se enroló en el negocio y no paró de trabajar en tres años de trayectoria. En su primer año en el porno Mark Wood le dio la alternativa (probablemente porque su esposa colombiana, Francesca Le, debió de mediar) se limitó a los nichos clásicos de jovencitas y latinas, pero su enorme talento y versatilidad le abrieron las puertas de varias productoras con ideas muy dispares en la cabeza.

La menuda colombiana de solo 40 kilos fue atendiendo a todas las disciplinas que se le pusieron por delante, pero las cosas ligeramente más extremas que el hardcore como el anal o la doble penetración se las reservó para un momento especial que lamentablemente nunca llegó a consumarse.